Juego responsable

En esta página, hablamos del concepto de juego responsable y de cómo afrontar la adicción al juego. Puede sonar a tópico, pero BTCGOSU se preocupa por tu bienestar. Dado que no sobreviviríamos sin una base de seguidores leales, elegimos dirigir nuestra plataforma como un esfuerzo de equipo, una colaboración entre BTCGOSU y nuestros visitantes. Por lo tanto, nuestra misión es proporcionarte consejos que te ayuden a tomar decisiones informadas en tu viaje por las cripto apuestas. Creemos que si nuestros consejos resultan valiosos, volverás a por más, y forjaremos un vínculo para beneficio de ambos.

La razón anterior es que BTCGOSU sólo apoya el juego responsable. Recuerda que apostar, ya sea en juegos de azar o en deportes, debe ser ante todo una actividad basada en la diversión. No veas el juego como una forma de ganar dinero rápido. Es una forma de entretenimiento pagada, ya que te beneficias en función de la suerte, no de la habilidad. Es decir, no puedes trabajar en tu talento para el juego. Sólo puedes informarte mejor sobre cómo evitar las trampas más comunes y no asociarte con operadores turbios.

El juego no puede sustituir a tu trabajo como forma de ingreso estable. Sólo debe ser un pasatiempo que te aporte un dinero extra al bolsillo de vez en cuando.

Signos de adicción al juego

La inmensa mayoría de las personas que se dedican a esta afición no tienen una fijación con ella. Para ellos, es una actividad de ocio relativamente inofensiva. Sin embargo, siempre hay excepciones. Los que desarrollan una compulsión suelen estar cegados y viven con este problema o lo pasan por alto voluntariamente.

Si no estás seguro pero tienes dudas de que puedas tener un problema de juego, autoevalúa si tienes alguno de los siguientes hábitos:

Pensar frecuentemente en el juego.
Participar en múltiples sesiones de juego al día.
El impulso de aumentar continuamente el tamaño de tu apuesta.
El impulso de recuperar un saldo positivo tras una serie de pérdidas.
Sentirse ansioso por tu próxima sesión de juego.
Depender de las finanzas de otras personas para este pasatiempo.
Cambios de humor debido a los resultados de tus sesiones de juego.
Ocultar tu actividad de juego a tus allegados.
Aislamiento social, descuidando a los amigos, la familia, el trabajo
Experimentar emociones negativas cuando la gente saca a relucir tu afición al juego.

La adicción al juego sigue muchos de los mismos patrones que existen en otros trastornos obsesivo-compulsivos. Al igual que otras compulsiones, también se dirige a los mecanismos de recompensa del cerebro. Por eso, las personas con personalidades impulsivas son más propensas a desarrollarla.

Si entras en esta categoría, pide a un amigo que opine sobre tu afición. Cómo cree él o ella que esta actividad está afectando a tu vida cotidiana. Esta perspectiva externa puede arrojar luz sobre cosas que estás ignorando consciente o inconscientemente.

Cómo apostar de forma responsable

Como con cualquier otra cosa que implique dinero, un comportamiento no calculado puede llevar a una situación financiera grave. Por ello, asegurarse de que las apuestas sigan siendo un pasatiempo sano y divertido requiere disciplina. Recuerda que sólo un porcentaje insignificante de jugadores puede obtener beneficios de forma sistemática al apostar en línea.

No hay duda de que el juego conlleva riesgos, por lo que ser imprudente al participar en él puede poner en aprietos tu estado social y financiero. Sin embargo, si mantienes el control y no dejas que esta actividad te controle, todo debería ir bien. Para asegurarte de que no te desvías del camino marcado, sigue muchos de los pasos que se indican a continuación:

No veas el juego como una oportunidad de ganar dinero.
Haz siempre un presupuesto para tus sesiones de juego.
Presupuesta sólo lo que puedas permitirte perder.
Establece límites de tiempo.
Establece límites de depósito en tu página de perfil del casino.
Haz un seguimiento de tu actividad mediante gráficos de pérdidas y ganancias en la pestaña del historial de tu cuenta.
Establece controles de realidad, que te indiquen el tiempo que llevas jugando.
No apuestes cuando estés alterado o deprimido.
No apuestes bajo la influencia del alcohol o las drogas.
Utiliza la opción de autoexclusión si crees que estás desarrollando una compulsión.

Nunca te fíes de los sitios que ofrecen horóscopos, calendarios de la suerte o promueven mitos sobre el juego. Ninguna de esas informaciones tiene una base fáctica. Todo es ficción. Todos los juegos de azar son aleatorios, basados en el azar.

Sigue nuestros consejos para asegurarte de que siempre juegas de forma responsable. Te ayudarán a evitar dificultades innecesarias que agriarán para siempre el aspecto del placer de esta actividad.

Dónde acudir en busca de ayuda

Admitir que tienes un problema y buscar ayuda para resolverlo no es algo de lo que debas sentir vergüenza. Por el contrario, no hacerlo es un comportamiento desacertado que puede llevarte por un mal camino.

Si crees que estás empezando a formar una adicción a las apuestas online, no debes intentar tratar este problema por ti mismo. Debes ponerte en contacto con una organización con experiencia en este campo, que pueda proporcionarte ayuda profesional.

Puedes obtener información inestimable sobre este tema en cualquiera de los siguientes sitios web:

La disponibilidad de estos servicios puede depender de tu ubicación. Dado que el juego online es tan accesible, puede resultar difícil dejar de apostar. Por lo tanto, si tienes problemas de autocontrol y las consultas por Internet o por teléfono no funcionan, busca reuniones locales del tipo Jugadores Anónimos.

En última instancia, todo está en tus manos, y dejar de jugar es una cuestión de fuerza de voluntad. No hay nada malo en abandonar por completo el juego como afición. No es una admisión de derrota si esta actividad está obstaculizando tu vida diaria y te causa un estrés excesivo. Puedes encontrar otras formas de pasar tu tiempo libre que pueden ser igual de entretenidas.

No es el fin del mundo si pasas a otras cosas con un balance perdedor. Es crucial saber cuándo parar para no meterte en un agujero del que te cueste salir, emocional y económicamente.